Wesley E. Shankland, II, DDS, MS, Ph.D.
    Centro de TMJ y dolor facial
    Columbus, OH

Introducción

El diagnóstico y el tratamiento del dolor orofacial son desafíos para el médico y frustrantes para el afectado. Al menos dos razones explican estas observaciones. Anatómicamente, la región orofacial es una de las áreas del cuerpo humano con mayor inervación, especialmente la cavidad bucal. Los patrones de dolor referidos, la inervación colateral y las múltiples inervaciones de estructuras confunden la percepción de una persona en cuanto a la ubicación del generador de dolor (es decir, una lesión o estructura lesionada). Esta honesta confusión complica los intentos de diagnóstico del médico.

Además, la cabeza y la cara están sujetas a dolores crónicos o recurrentes más que cualquier otra parte del cuerpo.1 Un estudio de 1983 reveló que la persona promedio que sufría de dolor facial buscaba alivio en al menos seis profesionales separados en su búsqueda de una respuesta a su dolor orofacial. Por lo tanto, los dentistas dedicados a la práctica general, el tratamiento de las numerosas enfermedades dentales comunes que producen dolor, tienen una tarea difícil.

En este breve tratado, se abordará el tema del diagnóstico de neuralgia inductora de osteonecrosis cavitacional (NICO) de los maxilares. Sin embargo, antes de introducir ese tema, se debe prestar atención al diagnóstico diferencial de un trastorno común y similar, la neuralgia del trigémino.

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